Manejo del estrés y el sistema inmunológico: aumente la inmunidad con estas 5 cosas

Salud

Cuando se trata de controlar el estrés y aumentar la inmunidad, hay algunas cosas clave a tener en cuenta. En primer lugar, es importante dormir lo suficiente. Esto ayudará a su cuerpo a recuperarse de los eventos del día y estará mejor preparado para combatir infecciones. En segundo lugar, comer una dieta saludable. Una dieta nutritiva le proporcionará a su cuerpo los nutrientes que necesita para funcionar correctamente y combatir las enfermedades. Tercero, haz ejercicio regularmente. El ejercicio ayuda a reducir los niveles de estrés y también puede estimular su sistema inmunológico. Cuarto, tómate un tiempo para ti. Asegúrese de programar algún tiempo para 'yo' todos los días o semanas para relajarse y rejuvenecer. Finalmente, trate de reducir el estrés en su vida. Esto se puede hacer simplificando su horario, delegando tareas y tomando descansos cuando sea necesario. Siguiendo estos consejos, puede ayudar a aumentar su inmunidad y reducir el estrés.

Actualizado el 6 de mayo de 2020 4 lectura de minutos

Si no cree que su ansiedad, depresión, tristeza y estrés afecten su salud física, piénselo de nuevo.

Todas estas emociones desencadenan reacciones químicas en su cuerpo, lo que puede provocar inflamación y un sistema inmunológico debilitado.

Aprende a sobrellevarlo, dulce amiga.

Siempre habrá días oscuros.

– Kris Carr, autor y defensor de la salud

El estrés es una parte no negociable de la vida.

A menudo no podemos controlar los acontecimientos de la vida o las acciones de los demás, pero siempre podemos controlar nuestras propias reacciones y percepciones.

Es fácil quedar atrapado en el torbellino de desafíos diarios, demandas y niveles de estrés crecientes.

Podemos quedar tan atrapados persiguiendo nuestros objetivos, tachando nuestras listas de tareas pendientes y logrando que nos acostumbremos a operar en respuesta de lucha o huida la mayor parte del tiempo.

Nuestros cuerpos están preparados tanto para el estrés a corto plazo como para la recuperación a largo plazo y funcionan mejor cuando estamos en un estado equilibrado de ambos.

La mayoría de nosotros, sin embargo, vivimos en un estado de estrés crónico y estrés a largo plazo sin siquiera darnos cuenta.

Estar estresado la mayor parte del tiempo con las hormonas del estrés inundando nuestro torrente sanguíneo afecta negativamente la salud mental e incluso nuestrarespuesta inmune.(1)

De hecho, la inflamación crónica es uno de los efectos secundarios menos conocidos del estrés.

Una respuesta inflamatoria no controlada también puede ser un factor de riesgo para otras afecciones más graves, como enfermedades cardiovasculares/cardiopatías, enfermedades autoinmunes e incluso cáncer.

Emociones, estrés e inmunidad:

El estrés psicológico y las emociones no controladas debilitan tus defensas y comprometen tu sistema inmunológico.

El sistema inmunológico humano se amortigua durante los períodos de estrés agudo porque durante esos momentos intensos el cuerpo toma energía de todos los demás sistemas no vitales para poder luchar o huir.

Esto significa que la inmunidad se apaga temporalmente para atender la amenaza inmediata.

Los adultos mayores experimentan una disminución en la función inmunológica.

De hecho, existe todo un campo dedicado a estudiar las interacciones entre la mente, las emociones, el sistema nervioso y el sistema inmunológico.

Se llama psiconeuroinmunología.

La medicina psicosomática es un campo interdisciplinario que explora la relación entre la salud mental, los factores conductuales y los factores sociales sobre la función corporal y la calidad de vida.

La psicología de la salud es el estudio de los procesos psicológicos y conductuales en la salud, la enfermedad y el cuidado de la salud.

Su objetivo es comprender cómo los factores psicológicos, conductuales y culturales contribuyen a la salud física y la enfermedad.

Inmunidad, su sistema nervioso y su intestino:

Cuando el Eje HPA (uno de los principales sistemas involucrados en la respuesta al estrés) y el Sistema Nervioso Autonómico (ANS) se activan en respuesta a amenazas reales o percibidas, y su torrente sanguíneo se bombea con hormonas como el cortisol y la epinefrina (adrenalina), su ritmo cardíaco aumenta, su respiración se acelera y su presión arterial aumenta.

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El cortisol elevado detiene las funciones corporales no urgentes durante este tiempo.

El sistema digestivo está suprimido.

Tu función reproductiva/sexual también.

Y tampoco hay espacio para vuestros procesos de crecimiento y regeneración.

Los niveles elevados de cortisol también alteran la función inmunológica:

Las células inmunes están siendo bañadas en moléculas que esencialmente les dicen que dejen de luchar, explica la Dra. Esther Sternberg, cuyo libro The Balance Within: The Science Connecting Health and Emotions explica la ciencia de la interacción mente-cuerpo en la enfermedad y la curación.

Si está lidiando con la ansiedad de alguna manera y no está canalizando adecuadamente esa energía nerviosa y preocupante o tiene que apagar incendios constantemente, su respuesta al estrés permanecerá activada.

La activación prolongada de la respuesta al estrés crea efectos dominó en el cuerpo: sus niveles de ansiedad se vuelven más difíciles de manejar, tiene problemas para dormir, no puede concentrarse o pensar con claridad, es más propenso a contraer resfriados comunes y otras enfermedades, y puede aumentar de peso sin alterar sus hábitos alimenticios o de ejercicio.

Aproximadamente el 70% de su Sistema Inmune está en su GUT.

Para agregar a esto, nuestromicrobios intestinalestambién juegan un papel en nuestra función inmunológica:

La microbiota intestinal interactúa con los sistemas inmunitarios tanto innato como adaptativo, desempeñando un papel fundamental en el mantenimiento y la interrupción de la inactividad inmunitaria intestinal. Un diálogo cruzado entre el sistema inmune de la mucosa y la microflora endógena favorece un crecimiento mutuo, supervivencia y control inflamatorio del ecosistema intestinal. (2)

Haga estas 5 cosas para aumentar su inmunidad hoy:

Aumentar nuestra capacidad para hacer frente al estrés mediante el uso de comportamientos y técnicas que minimicen la reactividad del cerebro al estrés puede tener un efecto positivo en su salud y longevidad.

– Dr. Bruce Rabin

1. Respira

Aparte de ayudarnos a desestresarnos y calmarnos,respiración profunda del vientretambién puede ayudarnos a combatir gérmenes, insectos y cualquier otro invasor potencial.

Cuando respiramos de forma intencionada, profunda y con la parte inferior del vientre activamos un músculo llamado diafragma.

Este músculo se encuentra por encima del intestino y los órganos internos y por debajo de los pulmones.

Al activar este músculo, masajeamos los órganos internos y las glándulas, lo que ayuda a mover la linfa (líquido que contiene los glóbulos blancos del sistema inmunitario) por todo el cuerpo hasta las ubicaciones específicas. (3)

2. Mueve tu cuerpo

El movimiento le dará acceso a la alegría que mejorará drásticamente la calidad de su vida, ayudará a mantener la salud mental y creará más significado y pertenencia.

– Kelly McGonigal, PhD

movimiento corporalayuda con la salud del corazón y libera sustancias químicas para sentirse bien para contrarrestar el estrés.

Nos ayuda a liberar energía ansiosa para que podamos estimular la función inmunológica.

3. reír

¿No nos crees? ¡Buscalo en Google!

¡Resulta que la risa realmente puede ser una excelente medicina!

Varios estudios han determinado que la risa y el humor sostenidos pueden estimular y fortalecer el sistema inmunológico al:

– aumentar los anticuerpos que nos ayudan a combatir los resfriados y los insectos (4)

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– aumentar la actividad de varias células del sistema inmunitario, incluidas las células T y los glóbulos blancos. (5) (6)

En un estudio particular dirigido por el Dr. Lee Berk de la Universidad de Loma Linda, California, se encontró que solo la expectativa de una buena carcajada o incluso ver una película o video de comedia tenía un doble efecto: (7)

1 – Redujo los niveles de 2 hormonas del estrés: cortisol (hasta un 39 %) epinefrina, también conocida como adrenalina (hasta un 70 %). (Esto es realmente importante porque las hormonas del estrés elevadas debilitan la inmunidad).

2- Aumentó los niveles de dos hormonas conocidas por mejorar el estado de ánimo y la inmunidad: las beta-endorfinas, que elevan el estado de ánimo (hasta un 27 %), la hormona de crecimiento humano, también conocida como HGH, que ayuda a elevar la función inmunológica (hasta un 87 %).

4. Pasa tiempo en la naturaleza

Japón ha estado estudiando los efectos físicos y psicológicos de estar en la naturaleza y resulta que los árboles, la vegetación y el aire fresco son realmente buenos para nuestra inmunidad.

En 1982, Japón lanzó un programa nacional de salud llamado Shrinrin-Yoku, que significa 'asimilar la atmósfera del bosque'.

Se trata de pasar tiempo en la naturaleza y sumergirnos en una unión consciente con su entorno.

Sin cosas activas, sin trotar, sin hacer ejercicio, solo contemplación tranquila y atenta entre los árboles.

Se ha descubierto que los baños de bosque ayudan a aumentar el recuento de células asesinas naturales (NK) de nuestro cuerpo, lo que fortalece la función inmunológica general. (8)

También se descubrió que respirar el aire del bosque y estar en comunión con la naturaleza reduce las hormonas del estrés como el cortisol. (9)

5. Fortalece tu red social

Podemos potenciar nuestro sistema inmunológico fortaleciendo nuestras redes sociales y disminuyendo el estrés.

– Jane McGonigal, autora

El apoyo social y la conexión son cruciales para nuestro bienestar general, pero también ayudan a inundar el cuerpo con sustancias químicas que nos hacen sentir bien, como la oxitocina, que aumenta la inmunidad.

El contacto físico también te ayuda a mantenerte saludable, ¡así que adelante, abrázate, bésate o recibe un masaje!

Cada experiencia negativa contiene la semilla de la transformación.

-Alan Cohen

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